la_otra_mejilla

Ser espiritual, ser religioso, no significa que dejes que te violenten y que luego -además- pongas la otra mejilla. No se trata de eso. Ser espiritual significa Despertar. Salir del sueño, de la realidad falsa y de tu yo falso: el ego. Estar consciente de que en la vida has creado una forma de ser que oculta lo que realmente eres. Ser espiritual implica perder el miedo, rascarle a esa capa superficial y dejar que surja tu YO sagrado e inmutable que ha permanecido oculto.
Las personas que viven así son más conscientes de lo que necesitan, quieren y desean. También tienen más herramientas emocionales para dirigir su vida hacia aquello que les produce placer. El verdadero placer es el encuentro con uno mismo: la reconciliación interna. No con los demás sino contigo, de ti para contigo.
En ese camino de tratar de estar despierto el mayor tiempo que puedas durante un día, a veces vivirás situaciones violentas. Ante esas situaciones la persona que es consciente y que ha seguido un sendero espiritual (o lo está aprendiendo) no reacciona ante lo que sucede, sino que actúa. Es diferente, reaccionar que actuar. La reacción es algo visceral, casi instintivo, el actuar viene matizado por el estar presente, por no engancharte con la actitud insana y totalmente insconsciente de los demás. Esa es la diferencia.
No se trata de poner la otra mejilla y dejar que te sigan «pegando», que sigan ejerciendo el poder sobre ti, no se trata de vivir situaciones violentas y quedarse inmóvil. Paralizado(a). Entregado(a) al destino. No.
La persona que está consciente ACTÚA, si tiene que decir que NO, ante algo que es violento o que l@ violenta de alguna forma, dice NO. Con vehemencia dice NO. Un NO contundente, más no reactivo.
Asimismo el despertar está relacionado con escoger a las personas con las que compartes tu vida y tus espacios, rodearse de personas que te alimenten, que estén buscando ser mejores personas y estar más conscientes, igual que tú. La convivencia con otras personas DESPIERTAS hace que tú estés más consciente.
La iluminación o el estar presente es contagioso, produce cambios en los demás. Apesar de ellos mismos incluso. Pero… (siempre hay uno) no seas un MÁRTIR, tampoco se trata de ofrecer y entregar tu vida a los demás en detrimento de tu propia persona. Las personas espirituales se QUIEREN y cuidan a sí mismos, mucho, se dan mucho amor y saben establecer límites. Saben decir NO cuando su integridad física o emocional está siendo amenazada. Amar a tod@s y dar es VITAL. Es algo hermoso que te cambia la vida, es cierto. Pero el mundo no necesita más mártires sino PERSONAS DESPIERTAS. CONSCIENTES. Personas completas no amputadas ni anestesiadas, metafóricamente hablando. Defenderse no es pecado ni es una actitud poco espiritual, al contrario, las personas tienen que aprender a poner límites y a defenderse CUANDO SEA NECESARIO. La sabiduría está en saber discernir cuándo es necesario y cuando no, cuando es una reacción y cuando no. Lee «La Nueva Tierra» de Tolle, lee «Senderos de Paz». Indaga sobre la vida de quienes han cambiado el mundo…  QUE LE HAN DADO LUZ… indaga… SABIO, SABIA. Una cosa que me fue muy útil para saber la diferencia entre acción y reacción (la que aún aprendo todos los días) fue leer sobre la Madre Teresa de Calculta, Osho, Buda, Eckhart Tolle, Carlos Fraga, Anthony Robbins, Dyer… y descubrir el mundo interior de las personas que curan a otros. Aprender sobre la curación como acto.
Aprende también a decir NO,
T.R.
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